Piruetas, sueños y emociones. Van Cleef & Arpels juega con el tiempo de la imaginación. Su filosofía es un viaje poético por los parajes de la fantasía relojera. La firma presenta dos piezas extraordinarias inspiradas en el ballet: Lady Arpels Casse-Noisette y Lady Arpels Belle au Bois Dormant. Baile de fantasía de Van Cleef & Arpels. Obras preciosistas y magistrales gracias al dominio de las técnicas métiers d’art.
Lady Arpels Casse-Noisette
Un ballet de piedras preciosas. Lady Arpels Casse-Noisette, inspirada en el icónico ballet de Marius Petipa y el cuento de hadas de Hoffmann, presenta a una bailarina y su príncipe en la esfera. La suntuosidad acompaña a los personajes adornados con diamantes y trajes pintados en miniatura en un vívido paisaje invernal. Una escena que mezcla más de 70 colores y varias técnicas de esmaltado.
El vínculo entre Van Cleef & Arpels y la danza se remonta al París de los años veinte. A Louis Arpels le encantaba visitar la Ópera Garnier, situada a pocos pasos de la boutique de Place Vendôme, y transmitió su pasión por el ballet a su sobrino Claude. Los primeros broches de bailarina de la maison se crearon a principios de la década de 1940, y pronto se convirtieron en piezas emblemáticas de Van Cleef & Arpels. Sus posturas aéreas y la belleza de su atuendo cautivaron inmediatamente a los coleccionistas.
En estas piezas, las bailarinas aparecen representadas con zapatos de punta y un tutú de diamantes con piedras de colores. Una figura muy presente en las creaciones tanto de alta joyería como relojería de la maison. Algunas rinden homenaje a piezas célebres, como los relojes Lady Arpels Ballerine Musicale, o a figuras legendarias como Anna Pavlova, la primera bailarina que inspiró el reloj Lady Arpels Ballerine Enchantée en 2013.
Lady Arpels Belle au Bois Dormant
Creado en 1980, el ballet La Belle au Bois Dormant pone en escena la coreografía de Marius Petipa con la partitura de Tchaikovsky, dando vida a una joya del canon clásico. La princesa Aurora cae bajo el hechizo del hada Carabosse, que la sumerge en un sueño de cien años. Con su hermoso rostro de diamantes, la princesa se reencuentra con su príncipe azul, liberándola del hechizo. En un arabesco, la figura se inclina hacia él para intercambiar un beso.
Aparece el castillo de oro rosa grabado a mano como telón de fondo, donde se despliegan cintas de oro blanco, diamantes y esmalte con técnica champlevé. Van Cleef & Arpels da brillo a todos los detalles. Los rayos de sol de esmalte Plique-à- jour irradian en la parte inferior de la esfera, realzando el efecto de perspectiva. En el paisaje natural, se observan las flores lilas, combinando el esmalte vallonné mate con el brillo de los zafiros. Ramas de color lila coronan la composición, gracias a la técnica del esmalte modelado en tres dimensiones, desarrollada y patentada por la maison.
Van Cleef & Arpels ilumina las escenas con diversas piedras preciosas -rubí, zafiro violeta, diamante, zafiro amarillo, granate espesartita y esmeralda-, cada una de las cuales representa un hada benévola que vela por los amantes. El cuento continúa en el fondo de la caja de oro rosa, donde una decoración grabada a mano que representa el sueño de la bailarina en medio de una naturaleza exuberante.
FOTOS: Johann Sauty/ Van Cleef & Arpels