La manufactura relojera más antigua del mundo escribe un nuevo capítulo en su historia. Con Villeret Golden Hour, Blancpain renueva su vínculo con la luna y redefine la elegancia mecánica a través de 16 nuevas referencias que celebran su savoir-faire desde 1735: técnica, poesía y una modernidad que no teme al tiempo.
La historia late en Villeret
Fundada en 1735 en el pequeño pueblo suizo de Villeret, Blancpain puede presumir de una continuidad casi imposible en la relojería moderna: nunca ha fabricado un reloj de cuarzo. Su filosofía —“Innovation is our tradition”— resume tres siglos de oficio en los que la mecánica ha sido sinónimo de arte. Desde los primeros calibres extraplanos de Frédéric-Louis Blancpain hasta el legado de Betty Fiechter, pionera y primera mujer al frente de una manufactura suiza, la casa ha mantenido vivo un equilibrio entre técnica y emoción.
Hoy, la colección Villeret encarna ese linaje con una estética de líneas sobrias, cajas de doble escalón e impecable claridad visual. Es el ADN más puro de la marca: una síntesis entre la tradición de Le Brassus y el espíritu visionario de Le Sentier.
La nueva hora dorada
La colección Villeret Golden Hour reinterpreta la complicación más poética de Blancpain: la fase lunar, emblema que acompañó su renacimiento tras la crisis del cuarzo. Compuesta por 16 modelos inéditos, la línea se presenta en oro rojo y acero, en dos tamaños —40 y 33.2 mm— y tres configuraciones: tres manecillas con fecha, calendario completo con fases de luna y calendario fases de luna, con versiones engastadas con diamantes en el bisel.
El diseño evoluciona sin perder elegancia. Las manecillas de hoja de salvia, ahora más sólidas y de oro macizo, incorporan inserciones luminiscentes; los índices romanos se redibujan con volúmenes satinados y pulidos, y el logotipo “JB” sustituye el tradicional “12”. Las esferas —en tonos miel, beige, azul o marrón dorado— dialogan con correas intercambiables que facilitan un uso más versátil y contemporáneo.
En el interior, los calibres automáticos de manufactura —1151, 6654.4 y 913QL.P— ofrecen entre 40 y 100 horas de reserva de marcha. En el modelo Calendario Completo Fases de Luna, la maison conserva su patente de correctores bajo asas, que permiten ajustar el calendario con un simple toque, sin riesgo para el movimiento. Cada pieza revela el nuevo rotor calado en oro rojo o amarillo, trabajado a mano con acabados Côtes de Genève, visible a través del fondo de zafiro.
La elegancia en su estado más puro
Marc A. Hayek, presidente y CEO de Blancpain, define Villeret como “la expresión más sobria de nuestra tradición relojera y la prueba de que la elegancia atemporal puede reinventarse con sutileza”. Y esa frase resume la esencia de Golden Hour: un reloj pensado para acompañar tanto un gesto cotidiano como una ceremonia nocturna, sin perder profundidad ni rigor técnico.
En tiempos donde la relojería tiende a lo espectacular, Blancpain reafirma que el verdadero lujo reside en la proporción y en el detalle invisible. Su luna dorada, suspendida sobre un disco de cerámica, recuerda que la belleza —como el tiempo— no se mide en segundos, sino en precisión.