En un mundo donde las flores suelen hablar en ramos caóticos y clichés románticos, el ikebana —el arte japonés de la composición floral— nos recuerda que también existe el silencio, el vacío, el equilibrio y la intención. Esta poética milimetría, que transforma lo botánico en gesto, inspira la nueva fragancia de Kenzo: Flower Indigo.
Sí, puede sonar zen, pero también es muy «fashion» si lo piensas: un ramo que posa como si estuviera en su propia editorial de moda. Las flores no se amontonan, desfilan. Cada una encuentra su lugar exacto, como si hubieran ensayado para un shooting de Numéro Tokyo.
IRIS: El tallo azul que une dos mundos
Bajo esta filosofía de belleza contenida, Kenzo Parfums lanza Flower Indigo, su nueva fragancia femenina, y Kenzo Homme Indigo, su contraparte masculina. Un dúo que no se apura por llenar el aire, sino que lo habita con calma y carácter. Como en el ikebana, todo se construye con intención, nota a nota.
FLOWER desde 2022, floricultora comprometida y fundadora
de PLEIN AIR PARIS
En ambas fórmulas, el iris se vuelve protagonista. Este ingrediente, conocido como “el oro azul de la perfumería”, guía la narrativa con su aroma empolvado y elegante. En Flower Indigo, se mezcla con jazmín fresco, incienso y una sobredosis de ambrox, evocando la densidad de una tinta que se evapora sobre seda. En la versión masculina, el iris dialoga con notas marinas y amaderadas, formando un díptico sensorial íntimo y contemporáneo.
una partitura olfativa
Flower Indigo es una sinfonía donde cada nota parece tener textura. Desde su apertura con frutos negros hasta ese acorde hecho a medida que recuerda a la tinta con la que se tiñen los textiles japoneses, todo aquí es dramatismo contenido. La vainilla azul, cosechada en las islas Bourbon, aporta una nota final inesperadamente ahumada, mientras que el té matcha redondea la experiencia con un frescor herbáceo que contrasta con la profundidad del iris.
UN PERFUME CON PROPÓSITO
Fiel a la visión de un mundo más bello —y más justo—, Kenzo Parfums continúa su compromiso con la sostenibilidad. Flower Indigo no solo se inspira en la naturaleza: también la protege. Con un 90 % de ingredientes de origen natural y un frasco fabricado en Francia con vidrio reciclado, esta fragancia forma parte de un nuevo ciclo virtuoso. El alcohol que la compone proviene de cultivos de remolacha franceses en transición hacia la agricultura regenerativa, apoyando la biodiversidad y combatiendo el desgaste de los suelos. Como el maestro de ikebana que respeta cada elemento de su composición, Kenzo honra su materia prima y redefine lo que significa el lujo hoy.
