La nueva colección FW25/26 de Valentino por Alessandro Michele va más allá de las prendas; es una exploración de la moda como un lenguaje conceptual. A través de cada pieza, el italiano no solo viste, sino que ejerce su rol como una mente artística y reflexiva. Traslada sus pensamientos al mundo físico, desafiando percepciones y convirtiendo la vestimenta en un medio de expresión profunda. Valentino se presenta más atrevido, motivado por la exploración de la intimidad como un espacio meta-teatral.

Intimidad y Meta-Teatralidad
En la era digital, la palabra “intimidad” se ha vuelto paradójica: carga con un peso significativo, pero al mismo tiempo se ha despojado de su profundidad. Vivimos en un mundo donde la exposición constante de nuestras vidas ha transformado la intimidad en un espacio público. La privacidad se diluye, y la vulnerabilidad se vuelve casi una necesidad para ser auténticos. En este contexto, la colección FW25/26 de Valentino resuena profundamente al explorar cómo la intimidad ya no es un refugio personal, sino un escenario donde se cruzan la exposición y el misterio.




Así que… Michele invita a cuestionar la noción de un «yo» auténtico, proponiendo que la verdadera intimidad es, un acto performativo. En lugar de ser un espacio fijo y seguro, se convierte en un juego de máscaras donde cada capa de vestimenta no solo revela, sino que también oculta, ofreciendo una visión fragmentada de nuestra identidad. La colección se convierte en una reflexión sobre cómo nuestras «máscaras» modernas, tanto en el mundo digital como en la moda, crean una versión de nosotros para ser vista, pero nunca totalmente comprendida. Así, la intimidad se redefine como un meta-teatro continuo, donde la verdadera esencia se pierde en el juego constante de representaciones.
entre lo Íntimo y lo Expuesto

Inspirado por el concepto de «heterotopía» de Foucault, Michele imagina un baño público como el espacio para representar esta dualidad: un anti-lugar donde las normativas tradicionales sobre lo que debe permanecer oculto y lo que debe ser expuesto se suspenden. En este espacio, la intimidad no se esconde en la privacidad, sino que se revela como un acto performativo, un ritual compartido de vestirse y desvestirse. Michele convierte la pasarela en un meta-teatro que cuestiona la identidad, no solo por lo que vestimos, sino por cómo nos mostramos al mundo.

los textiles no son solo materiales; son una declaración
Su diseño desafía las expectativas tradicionales, enriqueciendo el lenguaje de la marca con nuevas narrativas. En el mundo los textiles tienen connotación social, cada material carga un significado. En esta colección, los encajes y las transparencias en las prendas dejan ver la vulnerabilidad del cuerpo, borrando cualquier rastro de privacidad. Las capas sobre capas, un sello distintivo de Michele, cobran un nuevo sentido dentro de este concepto. No son solo una elección estética, sino una declaración sobre identidad y expresión. A lo largo de la pasarela, estas capas se transforman, no solo en posición sino también en materialidad, desde pieles y peluches hasta textiles clásicos y excesivos.

A pesar de su maximalismo característico, Michele equilibra la colección con siluetas simples y armoniosas, permitiendo que el verdadero protagonismo recaiga en los textiles y el estilismo. Su trabajo de styling es clave para cerrar el círculo de reflexión y performance que define este universo. Además, su mirada transgresora no solo reinventa las casas de moda, sino que atrae a nuevas generaciones y reescribe las reglas de las pasarelas. Un claro ejemplo es la colaboración con Vans, una incursión inesperada en el mundo del footwear.