El reloj más icónico de Audemars Piguet llega en versión pequeña y femenina. Los nuevos modelos Royal Oak Mini tienen solo 23 mm de diámetro y es imposible no pensar con cierta cursilería que son “Royal Oak bebés”. Pero detrás de su lanzamiento, naturalmente, hay mucho más intenciones que provocar ternura. Y más señales sobre lo que busca el mercado, también. Y es que el hecho de que una de las firmas más influyentes apueste por los mini watches, confirma la fuerza de la tendencia. Una que, por cierto, ya se vislumbraba desde el año pasado.
En 2023, firmas como Tudor ya presentaban modelos para muñecas más pequeñas. Por ejemplo, lanzaron una versión de Black Bay que se reducía de 54 a 37 mm. También empezó a ser más común ver modelos de 39 mm y, en nuestras predicciones de tendencias de 2024, el reconocido diseñador de relojes Eric Giroud declaró que “seguiremos encontrando relojes cada vez más pequeños, y colecciones más concentradas, con una fuerte inspiración en la herencia relojera”. Eso lo confirmó Romain Rea. El experto en relojes antiguos opinó que “existe una tendencia actual en la vuelta de los relojes pequeños, tanto de hombres como de mujeres”. Como ejemplos mencionó modelos realizados por Cartier y Piaget, que presentaron mini watches en el primer semestre de 2024. Luego Bulgari, Chanel, Breguet, Longines y Hermès, solo por mencionar algunas marcas, se unieron a la ola.
Royal Oak Mini y la confirmación de una moda
Si se necesitaba una confirmación de una fiebre en camino, en la cultura pop el banderazo lo dio Taylor Swift. En febrero de este año, la cantante asistió a la 66 entrega de los Grammy con un reloj llevado como gargantilla. Era una pieza vintage (y mini) de Lorraine Schwartz. Algo similar hizo Rihanna en agosto de 2023, pero con un Jacob & Co. de 47 mm, lo que no encajó del todo con este trend. Por su parte, la confirmación del mundo relojero sobre esta moda la está dando Audemars Piguet. La miniaturización de su modelo más famoso, despeja toda duda sobre el éxito de los relojes de diámetro pequeño. Recordemos que ya habían presentado un Code 11.59 genderless de 37 mm, pero con el Royal Oak Mini fueron más lejos. Solo 23 mm y, además, un repaso por la historia de la Manufactura.
Los nuevos Oak Mini llevan movimientos de cuarzo que, pese a ser miniatura, ofrecen una pila con un tiempo de vida de siete años. Están disponibles en oro amarillo, oro blanco y oro rosa, todos con acabado Frosted Gold, y están inspirados en la tradición de miniaturización y relojes joya de Audemars Piguet. Pero tienen un antepasado directo: el modelo diseñado por Gérald Genta en 1972 ya había habitado una caja pequeña antes que era, de hecho, más chica que la actual. Fue lanzado en 1997. Tenía solo 20 mm de diámetro y llevaba un movimiento de cuarzo Calibre 2601 creado por Jaeger-LeCoultre. Solo existieron 1,254 piezas (465 de acero, 328 de oro amarillo, 272 bicolor, 101 de oro blanco y 88 de oro blanco) además de dos modelos engastados, uno con 549 ejemplares y otro con 13. En el 2000 se produjeron 1,965 más que fueron reinterpretados en anillos, dijes y mancuernillas, pero luego simplemente dejamos de verlos.
Una pequeña muestra de los nuevos tiempos
Ahora los Royal Oak Mini se adaptan a los nuevos tiempos con 3 mm más que les dan un aspecto más contemporáneo. El movimiento está hecho por Audemars Piguet y los materiales y terminado van mucho más de acuerdo con el gusto actual. Sebastián Vivas, director de patriminio y del museo de la firma, los describe como “pequeños, adorables, creativos y casi frívolos”. Mientras la CEO Ilaria Resta ve en ellos una parte del ADN de AP y de la presencia femenina que ha participado en su evolución. “Estas creaciones mini no solo rinden tributo a la larga tradición de miniaturización y de relojes joya de Audemars Piguet, sino también a las mujeres que han dejado su huella en la historia de la Maison”, dice Resta. Y repasa: “mujeres como Jaqueline Dimier, a quien debemos el primer Royal Oak para mujer, y Carolina Bucci, diseñadora del acabado Frosted Gold”.
Así que estos Mini confirman una moda que no nace sino que vuelve y al mismo tiempo nos permiten descubrir, en sus pequeñas dimensiones, una clase de historia relojera, una lección de estilo y un homenaje al papel de las mujeres en la relojería tanto como consumidoras como creadoras.