Treinta años después de su estreno, Neon Genesis Evangelion sigue siendo una obra incómoda y vigente. No solo redefinió el anime como lenguaje narrativo; también abrió una conversación emocional que aún resuena. Lo hace tanto en quienes crecieron con ella como en quienes la descubren hoy. En los años noventa, el acceso al anime era limitado. Evangelion apareció como una anomalía. Era compleja, introspectiva y poco complaciente. En México, su impacto se amplificó gracias al doblaje, que la convirtió en un referente cultural para toda una generación que aprendió a leer emociones, símbolos y silencios a través de la pantalla.
Ese recorrido explica por qué la serie sigue dialogando con otras disciplinas. La colaboración entre Casio y Evangelion no se siente como un ejercicio nostálgico. Funciona más bien como una traducción contemporánea de su imaginario. El G-SHOCK GA-110EVA30-7A celebra el aniversario con una pieza que captura su estética, pero también su carácter. El diseño estuvo a cargo de Ikuto Yamashita, responsable del diseño mecánico de los EVAs, una decisión que asegura coherencia visual y conceptual con el universo creado por Hideaki Anno.
Diseño, resistencia y cultura técnica
La elección de G-SHOCK no es casual. Desde su creación en 1983, la línea desarrollada por Kikuo Ibe se construyó alrededor de una idea clara: crear un reloj capaz de resistirlo todo. El GA-110, uno de los modelos más reconocibles de la marca, sirve como base estructural de esta edición especial. Su arquitectura robusta dialoga de forma natural con el lenguaje visual de Evangelion. En esta narrativa, lo mecánico nunca es solo funcional. También es simbólico. El reloj incorpora colores y motivos inspirados en el EVA-01, la unidad pilotada por Shinji Ikari. Más allá del guiño evidente, la pieza se sostiene por su coherencia formal y por una estética que no intenta suavizarse. Como todo G-SHOCK, está diseñado para soportar impactos, vibraciones, agua y condiciones extremas. Esa resistencia refuerza el paralelismo con los EVAs, concebidos como máquinas sometidas a presión constante. En muñeca, el GA-110EVA30-7A se percibe como una pieza statement. No busca discreción ni pretende adaptarse a códigos clásicos. Funciona mejor como punto de tensión visual dentro de un look urbano, utilitario o abiertamente genderless.
El coleccionismo joven se mueve hoy entre cultura pop, diseño industrial y valor emocional. En ese cruce, piezas como esta encuentran su lugar natural. Para muchas mujeres Gen Z y millennial, el lujo ya no se define únicamente por materiales nobles o complicaciones tradicionales. Importan la narrativa, la identidad y la relación personal con el objeto. Este G-SHOCK no propone una lectura clásica del tiempo. Propone una conexión emocional con una obra que marcó una etapa vital. La presentación del reloj en México reforzó esa dimensión cultural al reunir al elenco de doblaje original. Más que un evento, fue un recordatorio del papel que Evangelion ha tenido en la memoria colectiva local. Treinta años después, la serie sigue funcionando como espejo y como archivo. Que hoy pueda leerse desde el diseño confirma que su legado no se ha detenido. Simplemente ha aprendido a medirse desde otros códigos.
