¿Quién dijo que un reloj solo sirve para dar la hora? Franck Muller , el maestro de las complicaciones, y JISBAR, el artista de pop-street, se unen en una colaboración que rompe esquemas: Crazy Hours x JISBAR. Una pieza donde la relojería de vanguardia y el arte contemporáneo se fusionan en una edición limitada que desafía el tiempo y la percepción.
El lienzo: una caja Vanguard V43 en oro rosa de 18k, con un cristal de zafiro que protege una explosión de color. ¿El secreto detrás de su magia? Un mecanismo con horas saltantes desordenadas, minutos y segundosen un baile impredecible. Un motor de precisión, con 201 componentes y una reserva de marcha de 42 horas. Porque sí, la locura también tiene su propia armonía.
la relojería y el arte hablan el mismo idioma
Nada aquí es convencional. Franck Muller Crazy Hours x JISBAR es un manifiesto de libertad creativa: una caja Vanguard V43, numerales completamente reimaginados. La carátula, convertida en un lienzo trabajado con 25 capas de laca, se convierte en una obra de arte en miniatura, donde cada número es reimaginado bajo la visión de JISBAR. Detalles como el Côtes de Genève en los puentes y el rotor, el pulido con diamante en los biseles y el perlado en la platina principal hacen que cada componente del reloj sea tan meticuloso como un trazo sobre un lienzo.
Por fuera, un acabado impecable: la caja, pulida a mano, es resistente al agua hasta 30 metros y se ajusta con una correa de piel de aligátor, cerrada por una hebilla en oro rosa de 18k. Un tributo a la excelencia relojera, con un espíritu rebelde que desafía cualquier norma.
Más que un reloj, un manifiesto artístico
Si el arte captura el espíritu de una época, este reloj encapsula la energía de quienes desafían lo establecido. Cada una de las cinco versiones de esta edición limitada (carbono, acero, titanio, titanio negro y oro rosa) está acompañada por una obra original de JISBAR, fragmentada en 50 piezas numeradas. Así, cada coleccionista no solo adquiere un reloj, sino un pedazo de historia, autenticado y firmado por el artista. Porque aquí el arte no se cuelga en la pared, se lleva con orgullo.
El tiempo, reinventado con irreverencia
El Crazy Hours siempre ha sido un statement: su disposición de numerales aparentemente caótica desafía la manera tradicional de leer la hora. Ahora, bajo la visión de JISBAR, se convierte en una experiencia aún más disruptiva, donde cada mirada al reloj es una invitación a reinterpretar el tiempo. Como en sus obras, donde clásicos y símbolos pop conviven en una explosión visual, esta colaboración reescribe las reglas de la relojería con un toque de audacia y asombro.
Un reloj que se convierte en arte. Un arte que se convierte en reloj. La alianza entre Franck Muller y JISBAR no es solo una edición limitada; es una celebración de la creatividad sin barreras, un testimonio de que el tiempo, como el arte, está hecho para romper esquemas.
