Montblanc presenta el nuevo Bohème Perpetual Calendar 36 mm. Un poema mecánico con corazón suizo y piel de diamantes. En sus manufacturas de Le Locle y Villeret, la firma ha convertido las complicaciones más exigentes de la relojería tradicional en una sinfonía femenina, precisa y emocional. Aquí, el cielo se estampa en acuarela, los astros se alinean en microdiamantes y la luna brilla con tinta de nostalgia.
Una coreografía entre constelaciones
La cuatro subcarátulas que indican, la fecha, el mes, el ciclo de año bisiesto y las fases lunares flotan sobre una carátula que parece haber sido esparcida con polvo estelar. Pero no: Montblanc reemplazó el clásico polvo por miles de microdiamantes colocados con precisión quirúrgica, para después cubrirlos con un tratamiento PVD metalizado que emula el cielo nocturno más nítido que hayas visto. En lugar de mirar hacia arriba, bastará con mirar tu muñeca.
Filé d’étoiles: el arte de escribir el tiempo
Como sabemos, la astrología ha tenido desde siempre una conexión íntima con la relojería. Y aunque los tiempos y las innovaciones hayan cambiado, la fascinación por el cielo permanece constante, reinventándose una y otra vez. Inspirado en las astrofotografías que capturan el giro de la Tierra, el motivo filé d’étoiles abraza la minutería como una constelación escrita a mano.
Pero esta escritura no solo se percibe en la decoración: tres subcarátulas superiores revelan sus funciones a través de una fuente manuscrita que celebra el legado literario de Montblanc. En este reloj, el tiempo se escribe, se dibuja y se vive. Las manecillas en forma de hoja —bañadas en oro rosa— tienen la longitud perfecta para rozar con elegancia cada instante. Porque incluso lo más fugaz merece ser contado con belleza.
Romance perpetuo (con precisión suiza)
En el corazón de este poema mecánico late una de las complicaciones más románticas y técnicas: la fase lunar. Ubicada a las 6 en punto, muestra su danza astral a través de un disco pintado como si fuera una acuarela. La imagen —creada en serigrafía— evoca una escena onírica, un cielo íntimo que acompañará a su dueña con fidelidad hasta el año 2100, cuando el calendario gregoriano dará un pequeño respiro al año bisiesto.
Con caja de 36 mm —ni más ni menos— y bisel engastado con 60 diamantes Top Wesselton, el Bohème Perpetual Calendar combina funcionalidad y fantasía. Su calibre MB 29.15 ofrece complicaciones que no necesitan ajuste hasta marzo de 2100. Y para quienes cambian de mood como de outfit, tres correas intercambiables lo convierten en el accesorio definitivo: beige, burdeos o negro.
