El legado de Piaget es inquebrantable por una razón: su filosofía se ha edificado en su lealtad a la belleza… y al oro (combinación perfecta, si nos lo preguntan). Pero además de utilizar este metal precioso, la Maison buscó darle un rasgo emblemático. Algo que logró con Decor Palace, como bautizó a la técnica de decorado que se volvió su insignia. Reconocerla es sencillo: se trata de una serie de líneas finas que, grabadas a mano por los artesanos de la marca, forman un patrón rayado e irregular. Esto consigue una sensación orgánica y aporta una experiencia táctil como la que tenemos con los textiles.
Creatividad y visión estética
La técnica Decor Palace nació en la década de 1960 cuando la tradición era presentar el oro como un metal completamente liso y pulido. Apostar por lo opuesto, dándole rugosidad, no solo consiguió que las piezas tuvieran más cuerpo, sino que su belleza se exaltara con los juegos de luz que se generan en los pliegues. En aquellos años, Piaget lo destinaba a los brazaletes de sus relojes, pero más tarde la técnica se extendió a su universo joyero. Una decisión afortunada porque piezas contemporáneas como las de la colección Sunlight Panorama confirman lo acertada que fue su visión.