Hay relojes destinados a ser un hito histórico. Una cualidad que se puede intuir desde su lanzamiento y que es evidente en el nuevo Bvlgari Serpenti Aeterna. Porque en pleno año de la serpiente, Bvlgari reimagina su ícono eterno con una propuesta radical, visionaria y seductora. Un cambio que va más allá de presentar un nuevo diseño: esta nueva forma de la serpiente es la materialización de cómo Bvlgari imagina su propio futuro.

Minimalista en su forma, pero exuberante en su presencia, Serpenti Aeterna se despoja de los artificios. En este cambio de piel no hay ojos de rubí ni escamas visibles, solo líneas puras, oro radiante y diamantes meticulosamente engastados. Es la esencia de la serpiente llevada a su expresión más abstracta, por lo que resulta geométrica, hipnótica y poderosa. Una pieza que se desliza sobre la piel como una joya escultural.
Un gesto de luz y carácter
Con una extraordinaria fluidez, Bvlgari Serpenti Aeterna envuelve la muñeca en un solo movimiento. Su mecanismo de cierre invisible y su estructura articulada se integran con una precisión que tardó dos años en desarrollarse. En el interior, un guiño al legado: las escamas hexagonales clásicas de Bvlgari, grabadas discretamente, solo visibles para quien lleva la pieza.

Disponible en oro rosa o en una versión deslumbrante de oro blanco totalmente pavé, este reloj joya no tiene una carátula convencional. Algo más parecido a una joya central, la carátula destaca por sus diamantes engastados, tan brillante como el resto del cuerpo de la serpiente. Y aunque su movimiento es de cuarzo —porque hay días en los que la practicidad es el verdadero lujo—, lo que realmente late aquí es la intención estética: conquistar sin decir demasiado.
Serpenti, versión 3.0
Desde 1948, Serpenti ha sido símbolo de transformación y renacimiento. Un fabuloso reloj reptil que hemos disfrutado con su icónico Tubogas, en versiones como Seduttori, Infiniti, Misteriosi y, más recientemente, en modelos que llevan el espectacular movimiento Piccolissimo. Pero Aeterna va más allá de cualquier iteración anterior: es diseño destilado, reducido a su máxima expresión de elegancia.

“Solo se necesitaron unos pocos trazos para esbozar Aeterna”, dice Fabrizio Buonamassa Stigliani, director creativo de relojes en Bulgari. “La serpiente se transforma en un gesto. Una línea afilada. Una luz que se mueve”. Y ese es el poder de esta pieza: no sigue tendencias, las trasciende.