Van Cleef & Arpels reinterpreta su talismán más icónico con una nueva generación de joyas transformables —collares Magic Alhambra, anillos reversibles Vintage y el reloj Sweet Alhambra— que celebran la versatilidad, la técnica y la magia cotidiana de la Maison.
El amuleto que cambió la historia
Cuando Jacques Arpels recogía tréboles de cuatro hojas en su jardín y los acompañaba con un poema titulado Don’t Quit, probablemente no imaginaba que su gesto inspiraría una de las colecciones más duraderas de la alta joyería moderna. El primer collar Alhambra, lanzado en 1968, convirtió la buena suerte en un lenguaje estético: veinte motivos de oro amarillo bordeados con cuentas doradas que pronto se transformaron en el emblema de Van Cleef & Arpels. Desde entonces, la colección ha explorado múltiples variaciones —materiales, tamaños, colores— sin perder su equilibrio simbólico entre elegancia y optimismo.
En 2025, esa historia se reescribe con un nuevo capítulo que rescata una tradición fundacional de la Maison: las joyas transformables, un concepto nacido en los años treinta con piezas como el Passe-Partout o el collar Zip. La colección Alhambra adopta ahora esa versatilidad en clave contemporánea, invitando a llevar la suerte de múltiples maneras.
El arte del movimiento
Los nuevos collares Magic Alhambra reinterpretan el juego asimétrico de los motivos —de distintos tamaños y materiales— en versiones que pueden transformarse de collar largo a corto o incluso en pulsera, gracias a un ingenioso sistema desmontable que mantiene oculta la técnica bajo la armonía de la pieza. Realizados en oro rosa o blanco guilloché, combinan el brillo iridiscente del nácar blanco y gris con los matices azulados de la calcedonia, materiales naturales seleccionados por su pureza y profundidad visual.
La colección incluye también dos anillos reversibles Vintage Alhambra, que giran suavemente para revelar un nuevo rostro: de un lado, nácar o calcedonia; del otro, un diamante central que emerge entre líneas guilloché. El diseño prioriza tanto la estética como la ergonomía: el cuerpo del anillo, formado por tres hileras de cuentas doradas, se adapta con fluidez al movimiento del dedo.
El tercer acto llega con el reloj Sweet Alhambra, una pieza que une la relojería y la joyería en un solo gesto. Su movimiento de cuarzo suizo se enmarca en una pulsera compuesta por motivos alternos de oro blanco guilloché, calcedonia y diamantes, donde cada elemento refleja la luz con un brillo distinto, casi coreográfico.
La fortuna en versión contemporánea
En tiempos donde la joyería se redefine entre el ritual y la expresión personal, Alhambra 2025 ofrece una lección de equilibrio: lujo sin ostentación, técnica invisible y una estética que evoluciona sin traicionar su origen. En su aparente sencillez se esconde la complejidad de un diseño que ha atravesado más de medio siglo sin envejecer, transformándose —literalmente— con cada época.
Como un amuleto moderno, la nueva colección celebra la idea de que la suerte no es solo cuestión de azar, sino también de ingenio, proporción y mirada. En las manos de Van Cleef & Arpels, la metamorfosis se convierte en arte: una joya que cambia de forma sin perder su alma.