Como toda gran obra de arte —ya sea una puesta en escena, una película, una colección de moda o incluso un álbum conceptual— también una saga joyera debe saber cómo cerrar con un gran finale. Y Bvlgari, maestro absoluto del color, sabe bajar el telón con estilo.

Esta vez, el acto final llega con dos colecciones de alta joyería que sellan con broche de oro la exploración cromática de Bvlgari. Por un lado, Color Journeys presenta el último capítulo de una narrativa vibrante que ha recorrido gemas poco convencionales, como la kunzita, la espinela o el granate mandarín.
Ahora, la historia culmina con la turmalina, una gema caleidoscópica que simboliza libertad creativa, diversidad cromática y el dominio de la luz y la forma.
En paralelo, Bvlgari Color celebra el legado cromático de la Maison con seis piezas reinventadas a partir de sus colecciones más emblemáticas. Estas creaciones se presentan como una activación global en boutiques seleccionadas, donde el color se convierte en experiencia visual, emoción táctil y memoria luminosa.
El último acto de una epopeya cromática
Desde 2021, Bvlgari ha estado montando un espectáculo de color excepcional con Color Journeys, una saga que no solo juega con gemas poco convencionales, sino que las convierte en protagonistas de un drama vibrante donde la creatividad es la única regla. Ahora, en este gran final, la turmalina se roba el show. Esta gema camaleónica es conocida desde tiempos ancestrales como la “piedra de todos los colores”. Su paleta es un caleidoscopio viviente —desde el azul eléctrico de la Paraiba hasta el verde menta más delicado, pasando por la intensidad vibrante de la rubelita rosa— un espectro que invita a la experimentación y la reinvención constante.





Para Bvlgari, la turmalina no es solo una piedra preciosa, es una musa que encarna la libertad creativa, el espíritu innovador y la maestría artesanal que han definido esta saga. Con ella, Color Journeys cierra su telón transformando la naturaleza en un arte que se siente vivo.
Las estrellas del escenario: Color Journeys
Entre las más de 30 piezas que conforman esta colección, algunas se llevan los aplausos más emocionantes del público. El collar Neon Chromatique abre el espectáculo con una coreografía de diseño intuitivo, una improvisación libre que fluye sin guion. Siete turmalinas verdes pulidas en forma de pera (108.75 quilates) se entrelazan con siete turmalinas rosas cabujón (42.20 quilates). Creando un ritmo armónico y vibrante, acentuado por la elegancia sobria del ónix negro y el drama profundo del púrpura intenso de las amatistas.

La escena continúa con el collar Serpenti Blush Chain, donde la emblemática serpiente de la Maison cobra nueva vida. En esta puesta en escena, el rosa cromático irradia poder y feminidad. Montado sobre una audaz cadena de oro rosa, el collar se enriquece con dos turmalinas rosas en forma de pera (27.64 quilates), fusionando suavidad y fuerza en un diálogo visual.

El siguiente acto está protagonizado por el collar Tubogas Green Leaf, una oda a la naturaleza y a la icónica flexibilidad del Tubogas. Tres turmalinas verdes de corte cojín (38.50 quilates) dialogan con dos vibrantes acentos de turmalina rosa (9.12 quilates), engastados en una malla de oro amarillo que fluye con elegancia. Esta pieza es un perfecto ensamblaje orgánico. Donde la precisión arquitectónica se funde con la frescura de un bosque que cobra vida bajo los reflectores.

Bvlgari Colors: El epílogo brillante de una obra
Llega el momento de bajar el telón. Bvlgari Colors se presenta como un epílogo vibrante y nostálgico, compuesto por seis creaciones que continúan explorando la belleza inagotable del color.

Estas piezas, cuidadosamente reinventadas a partir de colecciones emblemáticas de la casa joyera —Tubogas, Cabochon y Allegra—, condensan en su silueta toda la historia cromática que Bvlgari ha venido construyendo a lo largo de los años. A través de una combinación de oro rosa y amarillo, se enmarcan gemas como amatistas, topacios azules, peridotos y citrinos, presentadas en cortes cabujón o facetados. Cada una de estas piedras preciosas, seleccionadas por su intensidad y carácter, parece flotar como una nota suspendida en una sinfonía visual, reflejando el dominio de la Maison.



