Un reloj no siempre busca pasar desapercibido. A veces quiere brillar. El nuevo TUDOR Royal llega con una carátula azul que no es solo color, es carácter y sofisticación. Con diamantes que marcan la hora y un brazalete integrado que abraza la muñeca, este modelo se inscribe en la tradición de la casa suiza y la actualiza con un gesto audaz.

La nueva carátula azul: elegancia sin discreción
El Royal de 28 mm se reinventa con una carátula en azul intenso, un tono que magnifica su fuerza estética. Acentuado por un bisel engastado en diamantes y disponible en acero inoxidable o en acero y oro amarillo, este reloj destella con naturalidad. No pretende ser discreto: su misión es reivindicar la nobleza de los detalles que se ven y los que permanecen invisibles en su interior.


Un legado entre lo clásico y lo deportivo
Desde la década de 1950, el nombre Royal ha representado la ambición de TUDOR por combinar precisión técnica con diseños atemporales. El brazalete metálico integrado —con sus cinco eslabones satinados y pulidos— resume la comodidad y el refinamiento que distinguen a la colección. Entre lo clásico y lo deportivo, este reloj encuentra un punto medio perfecto.

Born to Dare: tradición y futuro
El Royal es heredero del ideal de Hans Wilsdorf: relojes capaces de desafiar el tiempo y las expectativas. Con una caja hermética hasta 100 metros y un movimiento automático de alto rendimiento, el modelo encarna la filosofía Born to Dare. Una declaración que no solo habla de resistencia, sino de la audacia de portar en la muñeca un símbolo de carácter, historia y modernidad.
