El nuevo lanzamiento de Dennison, ALD Dual Time Capsule Collection II: Accents of Time, explora la relación entre color, forma y tiempo a través de una estética que reinterpreta la disciplina del Bauhaus y el lenguaje del modernismo temprano. La colección, inspirada en el estilo visual de Kandinsky, introduce tonos precisos —rojo, rosa y turquesa— sobre carátulas de ónix negro, en un equilibrio exacto entre emoción y geometría.
El diseño parte de una premisa clara: reducir el tiempo a su expresión esencial. En lugar de recurrir a ornamentos, las piezas se definen por la pureza del material, el contraste de texturas y una proporción casi arquitectónica. La dualidad del reloj —con su movimiento Twin Swiss Quartz Ronda— se refleja en un discurso visual donde el color no es adorno, sino estructura funcional.
Técnica y estética: la precisión del detalle
Cada reloj mide 37 × 35.6 mm y apenas 6.1 mm de grosor, lo que lo convierte en una pieza fina, ligera y equilibrada. La caja de acero alberga una carátula de ónix natural —pulida como una piedra de meditación— interrumpida por subcarátulas lacadas que aportan ritmo y contraste.
El cristal de zafiro refuerza la resistencia de una pieza con hermeticidad de 3 ATM, mientras que las correas —en acero tipo bark-mesh o cuero beige y negro— recuperan la textura táctil de los años setenta. Este guiño retro, ejecutado con precisión contemporánea, convierte al reloj en un puente entre la memoria del diseño y la claridad de lo moderno.
Más allá del movimiento suizo, lo que sostiene la colección es su coherencia conceptual: la búsqueda de equilibrio entre forma y función. Cada versión —roja, rosa o turquesa— es una microescultura de tiempo que puede leerse tanto como objeto de diseño como pieza de uso diario.
Por qué importa: color, cultura y contemporaneidad
En una escena dominada por los relojes técnicos o los iconos vintage, la ALD Dual Time Capsule Collection II de Dennison, propone una alternativa intelectual y estética. Es un manifiesto visual que dialoga con el arte abstracto y la arquitectura moderna, pero que también responde a la sensibilidad de una generación que entiende el lujo como expresión cultural.