Originaria de Colombia y con una amplia perspectiva del mundo gracias a su estancia en urbes como Nueva York y Ciudad de México, Juana Arias es una mujer que disfruta la vida a pleno pulmón y que aprovecha cada minuto para aprender y emprender. Tras su trabajo como actriz en series como La Venganza de las Juanas y Mujer de Nadie; telenovelas como Mi amor sin tiempo y películas como Demental y Nuevo Orden, se encuentra preparando proyectos que deben permanecer en secreto por ahora (con la promesa de que sabremos de ellos muy pronto). Sin embargo, el que ya puede compartirnos y la tiene visiblemente emocionada, es uno que construyó con sus propias manos y que representa un espacio donde, además de revelar una faceta más íntima de sí misma, puede reflexionar sobre la introspección y la manera en que podemos resignificar nuestro entorno: el podcast Puedo ser cualquiera. Entre risas y reflexiones, frente a una hermosa vista de la ciudad en el hotel Condesa df, esto es lo que Juana Arias ha aprendido de la vida y está lista para compartir con el mundo desde la empatía y el amor.
Fotos: Samuel Hernández / Estilismo: Gina Ortega / Maquillaje y peinado: Davo Sthebane / Asistente de fotografía: Fernando Mainero / Asistente de maquillaje y peinado: Anna Mortera / Locación: Hotel Condesa df. Producción: Alfonso Parra.

Desde muy joven te interesó el mundo del entretenimiento. ¿Cuál dirías que fue el momento que te hizo pensar “me quiero dedicar a la actuación”?
Lo sabía desde niña. Mi mamá es periodista, por lo que las cámaras y sets no me resultaban un tema ajeno. Ahí empecé mi camino, paso a paso: le decía a mi mamá “quiero ser actriz”; hice algunos comerciales, imitaba a los personajes de las películas que veía… es algo que tenía muy interiorizado. Y lo comprobé cuando me fui a estudiar actuación, ya que ahí todo se sentía natural y orgánico. Lo que más me atrae de ser actriz es la parte creativa, tan retadora y gratificante; la manera en la que te vuelves mil personajes distintos para contar diferentes historias que pueden disfrutar las personas. Me apasiona el proceso de cambiar de piel y adaptarme a las narrativas.
“NO CAMBIARÍA NADA DE MI PASADO. SIENTO QUE LO QUE HE VIVIDO ME HACE LO QUE SOY HOY”
Qué increíble que tu mamá es periodista. Es un trabajo fascinante porque te lleva a conocer el mundo y compartirlo con los demás. En ese sentido, ¿qué aprendiste de ella?
Para ser periodista tienes que ser curioso… y me gusta pensar que eso se alinea con ser actriz, ya que debes tener la inquietud de saber cómo vas a crear un personaje y cómo harás para que se vea genuino; en especial porque no lo construyes tú sola, también están involucradas las personas que están a tu alrededor. Debes tener la curiosidad de escuchar, ver, leer el ambiente y prestar toda tu atención para que puedas dar una interpretación que esté a la altura.

Estudiaste en Nueva York, una ciudad donde muchos buscan hacer sus sueños realidad. ¿Qué experiencias te llevaste de ahí?
Experimenté esa frase de “estar en una selva de concreto” donde te sientes como una hormiga chiquita a la que nadie conoce. Yo soy de Bogotá, un lugar más pequeño, por lo que fue muy impactante. En Nueva York se abrieron por completo mi mente y mi perspectiva de las cosas, en mayor parte por su enorme riqueza cultural. También me ayudó a independizarme emocionalmente de muchas cosas y, por ende, a madurar. Cuando te separas de tus papás a los 18 años y te vas a otro lado, crees que eres la dueña del mundo… ¡y no! Era una niña con muchas cosas por aprender y sueños por cumplir.
En ciudades tan frenéticas, es imposible no pensar en la frase “el tiempo es oro”. ¿Hubo algo en esa prisa neoyorquina que te hizo percibir el tiempo de otra manera?
¡Totalmente! Los casi cuatro años que estuve allá fui testigo de esa rapidez tan impresionante, y muchas veces terminaba exhausta porque debes permanecer en estado alerta cada segundo. Nueva York me ayudó a ser consciente de qué hago con mi tiempo y valorarlo, pero al mismo tiempo aprendí a no perderme de los pequeños detalles, los más tranquilos, que hacen de la vida algo hermoso. Se trata de lograr un equilibrio.

JUANA EN EL AÑO DE LA SERPIENTE
En esta sesión de fotos te acompaña una pieza muy especial: el nuevo Bvlgari Serpenti Aeterna. ¿Cómo es tu relación con el mundo de la relojería?
Me gusta la idea de tener una pieza hermosa que puede durar toda la vida y pasar de generación en generación, en especial algo tan significativo como un reloj. Hay algo conmovedor en dejar algo relacionado con el tiempo a alguien que amas, y aportar al mismo tiempo un gran valor sentimental, algo que va más allá del valor monetario. Y me gusta que las mismas piezas se han ido transformando con el paso del tiempo, sin perder su esencia; los relojes de Bvlgari son obras de arte que te pueden acompañar en momentos especiales: una boda, una alfombra roja, una cena o una comida con tus amigos. Un reloj también puede llenarse de historias.

Los relojes también responden a una actualidad. ¿De qué manera crees que el Bvlgari Serpenti Aeterna habla de los tiempos que vivimos?
Para mí, la imagen de las serpientes tiene mucha energía, una brillante chispa de creatividad, presencia y una fuerte conexión con la divinidad; siento que esta pieza refleja esa parte mística con la feminidad. Se me hace curiosa la visión “negativa” que algunas personas tienen de las serpientes… quizá es una creencia heredada de ámbitos, no sé, religiosos o culturales. Yo veo la figura de la serpiente como algo positivo y fascinante.
Y bueno, 2025 es el Año de la serpiente.
¡Exacto! Conozco a muchas personas que se sienten incómodas en su entorno o en el mundo, pero quizá es porque, como las serpientes, estamos cambiando de piel. Se sabe que ese proceso no es cómodo ni placentero, pero es necesario para evolucionar. La serpiente todo el tiempo está en movimiento, es imparable.

Todo esto va muy de la mano con tu recién estrenado podcast Puedo ser cualquiera, el cual tiene un giro muy personal que invita a la introspección. ¿Cómo surgió este proyecto?
Todo empezó al mismo tiempo que mi propio recorrido espiritual: con la toma de una medicina ancestral que dio paso a mi evolución interior. A partir de ahí empecé a ir a terapia y después tomé cursos de evolución personal, energía femenina y otros más, al tiempo que aprendí a cuestionarme muchas cosas y a resignificarlas. Años después pensé que había hecho un enorme trabajo personal y que quería ponerlo al servicio de los demás. A veces, como figura pública (por decirlo de alguna manera), te tienen muy idealizada o te ven muy aspiracional (si solo se toma en cuenta lo que ven en redes sociales, no me extraña) y piensan que tu vida es “perfecta” cuando está lejos de eso, ¿sabes? Entonces reflexioné sobre lo bonito que sería presentar de una manera más abierta esta vulnerabilidad. La idea del podcast es cuestionar numerosas creencias que a veces ni son nuestras, sino que las heredamos o aprendimos de otros lugares.
“MENTIRÍA SI DIJERA QUE NO HAY COSAS QUE ME GUSTARÍA SABER DEL FUTURO, PERO A VECES DEBEMOS CONFIAR EN LA MAGIA DEL MISTERIO”
Además de este nuevo proyecto, también eres empresaria. ¿Cómo es ese aspecto de tu vida?
Entré al mundo de los restaurantes porque quería tener un plan paralelo al de la actuación. Este camino comenzó hace siete años y medio, con el primer Juana Juana que abrí y, casi a manera de exclusiva, te puedo decir que voy a cambiar todo. Sí es un mundo complicado, pero estoy agradecida porque me ha enseñado mucho: limpié mesas, serví la comida, hice las publicaciones de Instagram. Pero ahora el concepto migrará hacia algo nuevo, con otros socios, en el mismo local. A veces las cosas cumplen su ciclo y, por ahora, este proyecto necesitará menos de mi atención porque habrá más gente involucrada. Eso es bueno porque todo mi esfuerzo lo puedo dedicar al podcast.

Nuestro tiempo en el mundo es limitado y por eso debemos disfrutar cada segundo. ¿Qué cosas te hacen pensar “hoy tuve un día perfecto”?
No todos los días son perfectos… ¡y eso está bien! Pero siempre, al despertar, lo primero que hago es agradecer tres cosas, algo que repito cuando me voy a dormir. Puede que no todo haya salido bien, pero por ejemplo, quizá pude meditar, hacer ejercicio… tal vez lloré y saqué algo que tenía guardado en mi corazón. Esas son las cosas que me hacen sentir que tuve un día perfecto: la oportunidad de hacer, aprender y cambiar.
¿Y qué cosas agradeces hoy?
Mi familia, que es mi tribu. Me agradezco a mí, por cómo ha trascendido mi formación y lo que he evolucionado. Y agradezco a la naturaleza, la manera en que regreso a ella y me recarga de energía.

Encuentra la edición #2 de TDR Woman haciendo click aquí. Lee más sobre Bvlgari Serpenti Aeterna haciendo click por acá.