Para los Gen Z y los Alpha, «Soy totalmente Palacio» es el slogan que El Palacio de Hierro ha tenido TODA la vida. Para mí no. Y aunque sé que eso revela mi edad, me da gusto poder recordar el impacto que esa campaña tuvo en mi generación. Nos apropiamos de la frase muy rápido. A veces la usábamos de forma irónica, pero otras la decíamos muy en serio cuando hablábamos de pequeños lujos que nuestros papás nos habían dado. Y, años después, ya tomando clases de publicidad en la universidad, esa misma campaña no solo seguía sintiéndose disruptiva sino que ya era considerada un referente de lo que los comunicadores debíamos provocar en nuestras audiencias.
Queda claro que la publicidad no es solo un canal comercial. Es un espejo cultural que refleja aspiraciones, estilos de vida y en este caso hasta una conexión emocional. Y es que es curioso, y hasta un tanto absurdo, que quienes fuimos a la presentación de la exposición De lo último, lo diferente a Soy Totalmente Palacio en El Palacio de Hierro Polanco, nos conmoviéramos tanto al ver un comercial de los años 90. Pero así fue. Ver todos esos videos e imágenes con los que nació la campaña fue una regresión absoluta a la infancia y a la semilla de lo que germinó en nuestra mente lo que hoy consideramos «lujo mexicano».
Tiene, por lo tanto, mucho sentido que El Palacio de Hierro haya creado una exposición dedicada a sus campañas publicitarias. Algo que podrá verse hasta el 15 de febrero en El Palacio de Hierro Polanco y que nos ayuda a comprender cómo una serie de comerciales terminaron por formar parte de la cultura pop nacional.
LA EXPO EN Cuatro momentos clave
La exposición se divide en cuatro etapas que capturan la esencia de «Soy Totalmente Palacio»:
- 1994-1995: Lo último, lo diferente. Este período rinde homenaje a los primeros pósters en blanco y negro que sentaron las bases de una narrativa visual distintiva.
- 1995-2000: Soy Totalmente Palacio. En esta etapa, las frases disruptivas y visuales impactantes, protagonizadas por figuras como Elsa Benítez, redefinieron la elegancia femenina en México (¿y a poco no todos recordamos que nadie ha logrado capturar el olor a nuevo?)
- 2000-2010: Frases Icónicas. Una década de narrativas creativas que dialogaban directamente con el espectador, haciendo del lujo algo aspiracional y alcanzable a la vez.
- 2010-2015: Grandes Modelos, Grandes Ciudades. Con figuras internacionales como Carmen Dell’Orefice y David Gandy, El Palacio de Hierro llevó su mensaje a un contexto global, consolidando su estatus como un referente del estilo sin fronteras.
Más que publicidad, una identidad
Desde su lanzamiento, «Soy Totalmente Palacio» no solo logró conectar con sus clientes, sino que creó un lenguaje propio que redefinió el concepto del lujo en el retail mexicano. Cada campaña no solo destacó por su estética, sino también por la forma en que supo capturar la aspiración y el estilo de vida de generaciones enteras.
Esta exhibición también es un homenaje al trabajo conjunto con Terán TBWA, la agencia que ha sido pieza clave en el desarrollo de estas campañas. Juntas, la marca y la agencia han demostrado que el lujo no solo está en los productos que se venden, sino también en cómo se comunican. Así que para quienes aman la moda, el diseño y la publicidad, De lo último, lo diferente a Soy Totalmente Palacio es una cita obligada y una oportunidad para redescubrir las campañas que marcaron una época.